De visita por B.A

De visita por Buenos Aires para el casamiento de un amigo de siempre, de la infancia.
Tengo algunas sensaciones raras, como si por aca pudiera todavia quedar algo de mi dando vueltas... Sin embargo es gracioso poder disfrutar la ciudad casi como un turista.
Me gusto venir pese al viaje de "veintitantas" horas en el que casi no pude dormir pero en fin, aqui estamos y valio la pena.
Quedaran como en cada viaje, cosas y encuentros pendientes, quedaran promesas de visitas, cervezas, resacas para otro dia, mas adelante, la proxima vez.
Pasare por aca despues del casamiento o antes de viajar a Salta otra vez para cerrar esta publicacion, solo puedo deducir por el momento que tengo ganas de cambiar algunas cosas a mi regreso, tengo ganas de comenzar nuevas etapas de otra manera, de mantener el ritmo, el paso...
Ah, por cierto, no trabajo mas en la hosteria, eso que me gustaba de estar alli se estaba perdiendo y ademas sinceramente, la miseria de los "jefes" comenzo a soplarle al oido... Y el oido finalmente cedio.
Cedio y se encontro conmigo que sin darle mas vueltas me dije "chau y hasta luego".
"No venimos maravillosamente desde tan lejos, solo para ganar un buen sueldo..."
Estoy bien, me gusta este "viaje" y con o sin sueldo, el camino continua, y se ve bien lindo cada nuevo dia que lo transito... Me dieron el sueldo por unas semanas pero subitamente, fue solo eso, un sueldo... Nada mas que eso. Y a cambio de mi tiempo, mi trabajo, mi presencia, mis ideas, mis capacidades, ganas (de aprender y de dar lo que ya se sabe).
Los proyectos a futuro no incluyen en mi vida un salario mensual, un horario, un "si Sr. Contador", "por supuesto Sr Contador", ni huesos para un perro, ni mas , ni menos.

Algunas de las personas que trabajan con esta gente tienen 7 y 10 años junto a ellos, y no los llaman por el nombre todavia, ni nunca lo haran.
Me preguntaron una vez: "Viste al Contador?
-Ni idea...(Mire alrededor, pense en un señor con un libro que habia estado en el lugar...)
Pero resulto que el contador era el dueño, a quien yo conocia y lo llamaba por su nombre: Daniel...
Eso me cayo medio raro, pero paso...
No estamos hablando de una empresa multinacional, hablamos de una hosteria con capacidad para 35 pasajeros... con 7 empleados y 5 años de trayectoria...
Lo que me cayo raro, al final sono y asomo, y asi fue mi paso por la hosteria.
Me dejaron "a pata" digamos, pero y ?
Me gane el derecho de caminar tranquilo sin perder una sola sonrisa a cambio.
Ahora me voy a concentrar, parar, focalizar, etc,etc.. Solo en los proyectos personales, con o sin manos amigas que se sumen, alla vamos, y bienvenidos al viaje.

Continuara...

Hasta luego
Ale